“Nunca nos sentimos solos, siempre acompañados de esa Patria Grande latinoamericana” Rafael correa
*Por Kevin Santiago Hetherington
Comisión Política Exterior
Por Kevin Santiago Hetherington l Política Exterior l Revista JP Viedma l Diciembre 2010 . La historia de nuestro continente esta plagada tanto de momentos heroicos que quedaran guardadas en las memorias de los pueblos como de momentos que quedaran en la infamia. Las experiencias progresistas y populares que tuvieron lugar en el continente, como Salvador Allende en Chile o el General Perón en Argentina, siempre se vieron interrumpidas por fuerzas que responden al poder concentrado y a la más reaccionaria oligarquía. A Latinoamérica le ha costado pasar por dictaduras, malos gobiernos democráticos, sumisión ante los intereses foráneos y demás infamias. En un momento en que nuestro país festeja sus 200 años se ha vuelto a mirar el espejo de nuestros países hermanos, de la Patria Grande como dijo Bolívar, y se puso el acento en el momento de los festejos en las raíces que nos unen como continente. Y si hay un momento que nos devuelve el espejo de lo más oscuro de nuestra historia compartida fue el que tuvo lugar un 30 de septiembre en Ecuador donde una rebelión policial busco desestabilizar al gobierno del Presidente Rafael Correa, líder de la Revolución Ciudadana. Se pudo observar como un reclamo sindical termino convirtiéndose en intento de golpe de Estado. Y se pudo ver una vez mas como las mismas fuerzas que en el pasado conspiraron contra la voluntad popular hoy volvían a posar sus ojos en los nuevos focos de liberación latinoamericana. El frustrado intento de golpe tuvo la ayuda indirecta de los Estados Unidos y los grandes medios monopólicos ecuatorianos liderados por la derecha de ese país. Se pudieron ver ejemplos como la cadena de televisión CNN titulaba a la situación como de “inestabilidad” mientras que la prensa progresista de nuestro continente titulaba lo que se empezaba a repetir como el intento de regreso de las peores épocas de nuestra historia, que esto era verdaderamente un golpe contra un gobierno democrático. La situación llevo a un extremo en donde el presidente ecuatoriano se encontró secuestrado en el hospital de la policía, rodeado por las fuerzas de seguridad amotinadas. La riesgosa transmisión de la cadena TELESUR, que tuvo camarógrafos dentro del hospital grabando la balacera entre los golpistas y los rescatistas de Correa, nos tuvo a muchos en vilo para ver el desenlacé. En esa jornada hay un hecho de rescatar: el pueblo ecuatoriano marcho y exigió la liberación de su presidente, quienes querían por sus propios medios rescatar al presidente Correa. Este episodio no es menor, ya que simboliza la resistencia de los pueblos latinoamericanos. Es el símbolo de una Latinoamérica que no se va a dejar vencer por los intereses espurios de Norteamérica y sus aliados en la región. De un continente que demuestra unidad con la conformación de organismos como Unasur, que demostró rapidez y eficacia en el apoyo al gobierno de Correa intentando evitar desenlaces como el derrocamiento de Manuel Zelaya en Honduras. La restitución de Rafael Correa en su puesto es un triunfo no solo para ese país sino también para Latinoamérica entera. No es menor destacar que esos mismos enemigos del pueblo que ya llevan años en la región todavía persisten en su afán. Citando al general Juan Domingo Perón que dijo que el nuevo siglo nos hallaría “unidos o dominados”, le ponemos un freno a la derecha, al Imperio del Norte y a sus aliados en América del sur
¡¡¡¡¡NO PASARAN!!!!
¡¡¡¡¡NO PASARAN!!!!
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